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Los arrendamientos de temporada y los alquileres por habitaciones tendrán los mismos límites para el libre establecimiento de la renta mensual que los impuestos a los alquileres de vivienda permanente. Tras el acuerdo alcanzado previamente entre PSC, ERC, Comuns y CUP, con los votos en contra de Junts, PP, Vox y Aliança Catalana, la Cámara catalana ha dado luz verde a la norma, que tendrá que seguir el trámite como proposición de ley.
Se establece que todas aquellas viviendas que estén destinadas a la satisfacción de la necesidad de vivienda, independientemente de su duración, se considerarán arrendamientos de vivienda permanente, quedando excluidas las viviendas destinadas a la satisfacción de usos recreativos o turístico, que deberán acreditar debidamente su condición.
En cuanto a los contratos de alquiler de habitaciones, se establece que la suma de las rentas pactadas en una única vivienda no podrá rebasar la renta máxima aplicable al arrendamiento unitario de la vivienda. Cualquier acuerdo entre las partes que pretenda sortear estos límites se considerará fraude.
Se incorporan modificaciones en la vigencia del plazo de calificación de las viviendas de protección oficial en zonas tensionadas, que se prorrogará obligatoriamente en las zonas declaradas de mercado residencial tensionado mientras dure esta situación. Incluye tambien dejar a criterio de los ayuntamientos la obligatoriedad de construir plazas de aparcamientos en los nuevos edificios dedicados a vivienda de protección oficial, y se han incorporado aspectos que hacen referencia al despliegue del registro de grandes tenedores o al ejercicio del derecho de tanteo y retracto por parte de la Administración. También establece que el importe de las fianzas en depósito del Incasol se destine a construcción pública de vivienda, principalmente en régimen de alquiler.
El temor es que este decreto sirva para lo mismo que han servido las anteriores intervenciones del mercado del alquiler, es decir, para reducir la oferta e incrementar los precios.
Desde la aprobación de la Ley de Vivienda la demanda se ha disparado y el stock de viviendas en alquiler se ha reducido drásticamente, disparando los precios y fomentando soluciones habitacionales precarias.
Veremos qué sucede, pero la historia tiende a repetirse. Quizás no se repita exactamente la misma canción, pero muy probablemente sonará bastante parecido.
